Desde la pandemia, la profesión enfermera ha tenido una mayor visibilidad. La sociedad ha tomado conciencia del papel que cumplen enfermeras y enfermeros en el cuidado y promoción de la salud en momentos clave. En el abordaje de la incidencia cardiovascular, primera causa de muerte en España, son fundamentales en varios aspectos. Por un lado, a la hora de identificar riesgos y síntomas. Por otro, para hacer seguimiento del paciente y evitar que el evento cardíaco no suceda o no se repita.

Felisa Gálvez, presidenta de la Asociación Andaluza de Enfermería Comunitaria, ASANEC, que participó en el encuentro XLSemanal Ponle Corazón celebrado en Sevilla sobre salud cardiovascular, explica en esta entrevista los aspectos y retos más importantes de estos profesionales.

P. ¿La profesión de enfermería está bien valorada por la sociedad? 

R. Las enfermeras y enfermeros no nos sentimos adecuadamente valorados por la sociedad. Desde la pandemia hemos tenido más visibilidad, se han dado cuenta de que existimos fuera del hospital, pero queda mucho camino por hacer. Aun no se conoce lo que hacemos y la sociedad continúa considerándonos como ayudantes del médico.

La sociedad desconoce que es una profesión que realiza funciones propias independientemente de otros profesionales y que, aunque se trabaje en equipo, sus funciones no derivan de las órdenes de otros profesionales, como los médicos, sino de las necesidades de cuidados de la persona que constituye el centro de atención.

P. ¿Por qué esta invisibilidad de la enfermera?

R. Tenemos parte de responsabilidad. Aún nos cuesta ‘vender’ lo que hacemos. La enfermería es invisible por varios motivos, pero uno muy importante es porque hay pocas enfermeras en puestos de alta gestión donde se tomen decisiones.

Por otra parte, el rol propio de enfermería no se vende como resultados en salud. Cada vez hay más investigaciones, sin embargo, sobre el buen acompañamiento, o el abordaje holístico; ahora mismo esto se ve como algo innato al profesional de salud, se presupone, pero ‘no vende’. Además, no se nos permite ser finalistas en muchos ámbitos donde tenemos competencias.

Hay otras profesiones como podología o farmacia, con menos horas curriculares que nosotros a los que sí se les permite la prescripción, pero no a nosotros. Las instituciones que representan a ‘nuestros hermanos mayores’ (médicos) no quieren que se nos ofrezca ese respaldo legal que se les da a otros profesionales. Nuestros representantes institucionales no nos apoyan porque ni ellos mismos conocen nuestras funciones.

P. ¿Cómo te gustaría que los pacientes entendieran la profesión?

R. Me gustaría que los pacientes entendieran la profesión enfermera como lo que es, una profesión cualificada e independiente, cuyo rol está basado fundamentalmente en el conocimiento de los cuidados respaldados en las mejores evidencias. Su actividad consiste en ayudarle para que consiga un nivel de salud mejor.

“Nuestro rol está basado en el conocimiento de los cuidados respaldados por las mejores evidencias”

También, le acompaña durante la enfermedad, potencia el autocuidado para que sea lo más independiente posible, mejorando por tanto su calidad de vida y siempre teniendo en cuenta la seguridad del paciente. La enfermera desarrolla su trabajo dentro de un equipo y complementa la atención integral a la persona, su familia y entorno.

 P. En relación con la salud cardiovascular, ¿cuál es el trabajo de la enfermera?

R. La enfermera tiene aquí varios papeles. Primero, el de ayudar en la prevención y promoción de la salud, para que el paciente tome conciencia de los factores de riesgo que le pueden perjudicar. Posteriormente, el de tratamiento, información y asesoramiento para la prevención de complicaciones, y de forma paralela, el de la educación para la salud. Por último, la enfermera es garante de la continuidad en los cuidados.

El papel de la enfermera tras un evento cardiovascular

En la enfermedad cardiovascular (ECV), el trabajo de la enfermera se centra básicamente en la valoración del paciente, de la persona que le cuida y el entorno, para establecer el plan de cuidados. Este plan, que se hace en consenso con el paciente y/o la persona que le cuida o con la que convive y está enfocado hacia el autocuidado.

Se le indica la dieta más adecuada, según situación y gustos, el ejercicio físico según su situación, y se le ayuda en el conocimiento y en la toma segura de la medicación. También se le instruye en técnicas para hacer mediciones de parámetros y conocer signos de alarma. Además, se le indica cómo acceder al profesional en caso de necesidad con el objetivo de prevenir una situación de desestabilización.

P. ¿La atención al paciente es en consulta o también fuera de ella?

R. La enfermera o enfermero atenderá al paciente y persona que le cuida tanto en el centro de salud como en el domicilio del paciente si este no puede desplazarse y así lo necesita. Finalmente, la enfermera garantizará las transiciones, acompañando al paciente en el recorrido por el sistema sanitario y con el apoyo del resto de profesionales como es el médico y la enfermera gestora de casos.

“Tras un evento de ECV el papel de la enfermera es fundamental para que la persona sea capaz de activarse y cuidarse”

En el proceso de la enfermedad cardiovascular, tanto antes a través de la prevención en las personas que tienen riesgo elevado, como tras sufrir un evento de ECV, el papel fundamental de la enfermera entra dentro del campo de la educación y motivación, para que tanto la persona que padece el riesgo como la que ya ha sufrido algún ECV sea capaz de activarse y cuidarse con los conocimientos adquiridos. De esta forma, será capaz de tomar las decisiones más adecuadas para el mantenimiento o la recuperación de su salud.

P. ¿En qué momento interviene? ¿Es en el triaje?

R. El triaje está pensado para las urgencias, ya sean en atención primaria como en las hospitalarias; ahora bien, si ampliamos este concepto de triaje, podemos decir que la enfermera/o interviene desde la prevención hasta el tratamiento, en caso de que se produzca algún episodio. En definitiva, en triaje detectamos el riesgo cardiovascular de los pacientes, y tras un evento de ECV, intervenimos en todo el proceso, mientras se estabiliza, y después cuando empieza la fase de educación en el manejo y recuperación de dicho evento.

Un rol específico dentro de un equipo multidisciplinar

Hay un aspecto que Felisa Gálvez pone en relieve y es que las enfermeras y los enfermeros desempeñan su rol específico. No son ayudantes del médico, como tan a menudo se ve en el cine. Son profesionales universitarios, algunos con doctorado, con competencias y funciones propias.

Felisa Gálvez, presidenta de Asanec

Felisa Gálvez, presidenta de la Asociación Andaluza de Enfermería Comunitaria, ASANEC.

En el desempeño de su profesión actúan como parte de un equipo multidisciplinar e interdisciplinar, y ofrecen tanto intervenciones interdisciplinares (dependientes) como otras intervenciones independientes, que tienen que ver con la prevención, el tratamiento, el abordaje familiar y el comunitario.

P. La atención en urgencias es un servicio multidisciplinar, ¿también en cardiología?

R. Sí, cada profesional tiene un rol, un papel imprescindible para la resolución del problema. Todos tenemos un papel en el equipo que atiende al paciente.

La enfermera/o es la profesional que realiza control de constantes, electrocardiograma (EKG), entrevista, administración de tratamiento y traslado en atención urgente a un paciente con patología cardiaca/cardiovascular.

P. ¿Puedes describir esa primera entrevista con el paciente que acude con síntomas?

R. En primer lugar, hay que conocer el motivo de consulta, para distinguir una patología vital de la menos urgente. Hay que identificar síntomas relacionados con gravedad: dolor precordial, antecedentes, patologías de base y tratamiento…

También hay que determinar cómo empezó el evento, qué estaba haciendo en ese momento; si es la primera vez que le pasa; cómo se siente; si conocía que tenía ese riesgo o no había sido valorado; si estaba llevando a cabo alguna medida concreta, cómo son sus hábitos diarios en cuanto a alimentación y ejercicio; saber si hay hábitos tóxicos cómo fumar o beber.

“Hay que concienciar al paciente de lo importante que es su participación en la toma de decisiones”

Se hace una entrevista centrada en la persona, para que sea capaz de identificar  de dónde puede venir el problema y empezar a concienciar en la importancia de su participación en la toma de decisiones y autogestión sobre su salud.

Todo esto dependiendo de la gravedad del evento. Si es un caso muy agudo, prevalecerá la actuación en pruebas complementarias que determinen la gravedad de este.

P. ¿Qué indicadores alertan de una enfermedad grave para derivar al especialista? 

R. Se considera una sintomatología, unas manifestaciones clínicas y el aspecto de la persona. Por ejemplo, si hay sensación de gravedad y presenta dolor torácico. Se estudia el electrocardiograma para valorar signos y se toman constantes como la saturación en sangre, frecuencia cardíaca y glucemia. A parte de todo lo descrito, también se estudia si la persona está sufriendo últimamente varios eventos, así como, la no resolución desde Atención Primaria.

P. Cuándo se ha superado un evento cardiovascular, ¿cuál es el papel de la enfermería en el seguimiento del paciente? 

R. El informe de alta de enfermería tras la hospitalización representa una oportunidad para continuar con el cuidado y atención dispensados al paciente durante la misma.

Cuando un paciente recibe un informe de enfermería con los factores de riesgo cardiovascular que presenta, la enfermera realiza educación sanitaria de forma activa, facilita al paciente que conozca mejor su proceso-enfermedad, mejora de los estilos de vida saludable. Tras el alta hay un seguimiento del proceso.

El documento clave es el Informe de Continuidad de Cuidados (CC), que es un garante para el seguimiento del paciente tras alta hospitalaria, dando continuidad a la educación terapéutica iniciada durante el ingreso hospitalario.

El informe de continuidad de cuidados es fundamental

El objetivo de la profesión enfermera es el de lograr el mayor grado de salud en el paciente. “En las enfermeras de atención familiar y comunitaria, la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad están en la base de nuestro trabajo”, explica Felisa Gálvez. De ahí, su papel clave en el seguimiento del paciente cuando recibe el alta.

P. ¿Qué información ofrece este documento?

R. El informe de continuidad de cuidados nos informa sobre lo que se ha realizado en el hospital y podemos dar continuidad a lo ya iniciado.

Además, se ayuda a la conciliación de medicación, la resolución de dudas, y se hace seguimiento proactivo. Se pueden identificar posibles errores y resolución de estos  para evitar ingresos innecesarios. Con este informe o plan se establece un régimen terapéutico como tratamiento, recomienda la dieta, el ejercicio, los hábitos, etc.

“El papel de la enfermera entra dentro del campo de la educación del paciente”

Después, la continuidad asistencial de los pacientes tras el alta hospitalaria se realiza de forma proactiva, en domicilio o en consulta. El papel de la enfermera tras un evento entra dentro del campo de la educación. Insisto en la importancia de la activación y autogestión, para que el paciente sea capaz de tomar decisiones que beneficien a su salud. A parte del propio control de signos y síntomas de alarma.

Luego, a través de la consulta de enfermería se establece el seguimiento y el control de forma periódica de los factores de riesgo cardiovascular, habiendo consensuado con el paciente y familia y/o persona que le cuida unos objetivos terapéuticos a conseguir. En caso de hábito tabáquico se aborda para “deshabituación tabáquica”.

P. ¿Qué objetivos y beneficios tiene el informe y seguimiento de enfermería?

R. Uno de ellos es facilitar la continuidad asistencial de los pacientes tras el alta hospitalaria o desde la consulta de cardiología. De esta forma se facilita el cumplimiento del plan que se haya determinado en cuanto a control de factores de riesgo cardiovascular.

En este sentido, el hecho de dar un informe de enfermería con los factores de riesgo cardiovascular que tiene el paciente, con sus objetivos terapéuticos a perseguir (individualizado a cada paciente), facilitará sin duda la adherencia al régimen terapéutico y consecución de objetivos.

“Tras un evento hay un seguimiento en el domicilio para supervisar el tratamiento y asegurar la conciliación de la medicación”

La garantía de esta CC pasa porque la información llegue al profesional de enfermería que tiene que atenderlo en el domicilio tras alta. La conciliación de la medicación, la supervisión del tratamiento, el manejo de este, son aspectos importantes para la seguridad del paciente.

La enfermera es “clave” para asegurar esta Continuidad de cuidados. Esta garantía de continuidad está claro que aumenta, si la enfermera está informada y conoce el caso, tras la derivación del hospital. También se persigue impartir educación sanitaria de forma activa, buscando empoderar al paciente, dotándole de un mayor conocimiento sobre su enfermedad y sobre un estilo de vida cardiosaludable.

“Se supervisan y controlan de forma periódica los factores de riesgo cardiovascular”

Por último, está el objetivo de supervisar y controlar de forma periódica los factores de riesgo cardiovascular, con apoyo activo para la consecución de objetivos: consultas de enfermería para deshabituación tabáquica, control de lípidos, de peso corporal, de tensión arterial, etc…

La enfermera controla síntomas y factores de riesgo.

En el seguimiento del paciente se controlan los factores de riesgo.

Apoyados en protocolos de actuación, se emitirán notificaciones, interconsultas y derivaciones a los médicos para ajustes terapéuticos, cuando fuese necesario, buscando así la consecución de objetivos y la mejor calidad de vida del paciente, al prevenir desestabilizaciones y por tanto hospitalizaciones.

P. ¿Cómo puede la tecnología ayudar en estos procesos?

R. Tanto para el profesional como para el ciudadano con problemas de ECV existen recursos para que el profesional pueda ayudar en la toma de decisiones: las apps, las guías de practica clínica… Los ciudadanos también tienen recursos para ayudarles a entender su problema de salud. Están las escuelas de pacientes, las App relacionadas con la salud e información de paginas y recursos digitales fiables.

Acompañan al paciente en todo su proceso de rehabilitación

Los enfermeros cuidan al paciente desde sus conocimientos y experiencia, por que saben que los cuidados son lo que forma parte de la vida diaria de la persona, considerando como tales la atención en la movilidad, las relaciones, el comer, el vestirse y la higiene. “Ahí estamos las enfermeras para acompañar explica la presidenta de ASANEC, para ayudar a que aprendan cómo hacerlo ellos mismos, manteniendo el mayor nivel de funcionalidad posible dentro del problema que haya esté viviendo en ese momento”.

“Ofrecemos consejos que facilitan la vida diaria del paciente”

Felisa Gálvez destaca el valor de su desempeño: “Por ejemplo, si alguien necesita un andador porque tiene inestabilidad en la marcha, o ha sufrido caídas, como enfermera le tengo que recomendar qué tipo de andador le va a venir mejor y será más seguro según su situación dentro de que hay una variedad inmensa de esas ayudas técnicas. Eso, o lo explicamos nosotras o no se sabe”.

P. ¿Qué aspectos son únicos en la profesión de enfermería en la relación con el paciente?

R. Tenemos una visión global del paciente en su entorno. Aunque somos parte de un equipo y la formación e información debe estar coordinada, somos referentes en la accesibilidad y el acompañamiento en los cuidados “adaptados” a la persona y sus circunstancias; es decir en los “cuidados integrales y personalizados. Asesoramos, orientamos, apoyamos, escuchamos y acompañamos.

P. ¿Qué papel tiene la humanización en la relación con el paciente y en él éxito de una rehabilitación? 

R. Cuando hablamos de humanización nos referimos a respeto, aceptación, honestidad, empatía, etc. Son actitudes que tienen las enfermeras y que son la esencia de los cuidados. Los pacientes no solo buscan la calidad del tratamiento, sino también en la calidad del trato que reciben, pilar fundamental en la recuperación y rehabilitación. Lo primero, en el tema de humanización, es respetar la autonomía del paciente y hacerla valer.

“La humanización tiene que estar presente en todas las actuaciones de la enfermera”

Cuando hablo de trato entiendo que atender como nos gustaría ser atendidos, es un valor que debe ir implícito en la formación y ejecución profesional. Por otro lado, a pesar de ser algo complejo, también es un reto profesional conseguir que el paciente encare su proceso y disponga de la enfermera como recurso y apoyo.

La humanización tiene que estar presente en todas las actuaciones de la enfermera, es un punto importante que puede marcar la atención y puede dar visibilidad a la profesión.

P. ¿Se os prepara para escuchar y entender al paciente de otra manera?

R. La escucha y la empatía son actitudes que deben ser inherentes en cualquier profesión sanitaria. Sin embargo, sí que es cierto que, en nuestra profesión, en la formación de grado y postgrado se imparten materias que están relacionadas con la comunicación y relación de ayuda.

Somos una profesión donde los cuidados son la esencia, por tanto, estas materias deben ser obligatorias. Se necesita formación continuada, sesiones clínicas donde se aborden diferentes situaciones emocionales, de afrontamiento, que pueden presentarse en relación con la atención del paciente.

P. ¿Cómo te gustaría que se reconociera la enfermería en el futuro?

R. Como un profesional que abarca el cuidado autónomo y colaborativo de las personas en todas las edades y en todos los entornos. Somos profesionales con entidad propia, integrantes de un equipo de salud, con autonomía, competencias y formación adecuada al contexto de trabajo, con capacidad para tomar decisiones en el proceso de salud del usuario, y dentro de las competencias propias de su profesión.

 

8 claves para hacer mejor el trabajo de enfermera  

Hay numerosos estudios que avalan como las enfermeras, que son universitarios, con sus cuidados e intervenciones, consiguen buenos resultados en salud y mejoran la calidad de vida de las poblaciones. Son garantes de la salud a nivel individual, familiar y comunitario. Por tanto, los planes de salud y las líneas estratégicas que se implementen en el futuro, desde las instituciones socio sanitarios, deben reconocer la figura de la enfermera y asignarles las funciones que le corresponden.

Para la presidenta de Asanec, son necesarias que se cumplan estas claves para que puedan hacer mejor su trabajo:

  • Creer en nosotros mismos. La profesión enfermera, que es una profesión universitaria, necesita respaldo para que su valía sea reconocida.
  • Tener acceso a la formación continuada.
  • Contar con respeto y apoyo institucional e interdisciplinar. Acceder a puestos directivos y contar una dirección general específica para su profesión dentro del sistema sanitario.
  • Trabajar bajo el paraguas del respeto y liderado con un equipo humano de gestión sanitaria para garantizar una gestión adecuada de calidad en los servicios.
  • Fomentar el sentimiento de pertenencia a la empresa para la cual se trabaja. En el caso de la sanidad andaluza, al SAS.
  • Proporcionar una buena acogida laboral ante nuevas incorporaciones de profesionales.
  • Obtener reconocimiento por parte de las instituciones de la labor que ejercen las enfermeras en cuanto a la prevención y promoción de la salud en los diferentes ámbitos asistenciales, entornos sanitarios y en la comunidad.
  • Comunicar mejor los logros y el gran impacto, positivo, que tiene la intervención de la profesión enfermera en la sociedad.