¿Cómo ofrecer una mejor respuesta a las personas que conviven a diario con riesgos cardiovasculares? ¿Cómo debe ser la consulta al médico de Atención Primaria? ¿Qué preguntas clave se le hacen al paciente? En el encuentro XL Semanal Ponle Corazón celebrado en las Palmas de Gran Canaria, se debatió sobre la alerta cardiovascular en España y también de la alta incidencia que tienen las enfermedades del corazón en la Comunidad Canaria.

Debemos hacer prevención desde la infancia, en los colegios, en las asociaciones de vecinos, y mantener unos hábitos saludables siempre

Entre los temas que se trataron, estuvo la necesidad de abordar la atención al paciente de una forma transformadora, haciéndole consciente y responsable de su salud, explicándole cómo puede ayudarle el médico de Atención Primaria, y abordando también nuevas estrategias transversales que extraigan lo mejor de la colaboración entre instituciones sanitarias, publicas y privadas, empresas del cuidado de la salud y asociaciones de pacientes.

La doctora Vanessa Déniz Saavedra, presidenta de la Asociación de Médicos de Atención Primaria SEMERGEN Canarias, explica en esta entrevista el contenido clave de los servicios de Atención Primaria y propone iniciativas orientadas a mejorar el seguimiento del paciente.

P. ¿Cómo ayuda el médico de Atención Primaria en el control de la alerta cardiovascular? 

R. El papel fundamental de la Atención Primaria es el de la prevención. Nuestro papel es el de la promoción de la salud. Somos responsables de que el paciente adopte un estilo de vida saludable, reduciendo el riesgo de tener una enfermedad: que no fume, que no beba alcohol, que tenga un estilo de vida activo. Además, en tanto que hacemos medicina familiar y comunitaria, parte de nuestro trabajo es estar precisamente en la comunidad, para saber en qué podemos ayudar y hacerlo.  

Doctora Vanessa Déniz
La doctora Vanessa Déniz, presidenta de SEMERGEN Canarias.

P. ¿Ha cambiado el trabajo de Atención Primara en los últimos años? 

R. Sí, porque la Atención Primaria se diseñó en los años 90, cuando la pirámide de la población en España era muy diferente. En aquella época teníamos una base amplia de población joven, sana, y hoy día, 30 años después, la pirámide se ha invertido. Tenemos menos gente joven, que sigue estando sana, una amplia franja poblacional de personas adultas que ya tienen algún problema, y una gran cantidad de personas mayores, entre 60 y 90 años, enfermas. Esto hace que desde Atención Primaria realicemos también atención secundaria y que el trabajo sea mucho más complejo .

P. En esta prevención secundaria, ¿qué aspectos son los más importantes? 

R. Para empezar, debemos hacer más prevención primaria en distintos ámbitos, en los colegios, en asociaciones de vecinos, en actividades de la comunidad. Igual que habría que aprender a cocinar mejor y a utilizar los productos de temporada en cada región y en cada tiempo. Porque en una sociedad en la que la esperanza de vida es alta, debemos aprender a cuidarnos desde la infancia y mantener unos hábitos de vida saludable siempre.

P. El año pasado fallecieron en España 120.000 personas y la mayor incidencia fue en las Islas Canarias. ¿Por qué sucede esto?

R. La carga genética de los canarios influye. Somos diferentes. Tenemos peor evolución en la diabetes y además influye el cambio, a peor, en los hábitos de vida. En los años 60, en Canarias se seguía una dieta de temporada, a base de verduras, legumbres, frutas; comíamos el pescado que se pescaba y la carne de nuestra ganadería, y de la caza. Con la llegada del turismo, todo cambió. La gente pasó de caminar mucho a ir en coche, y ahora para alimentarse se recurre en exceso a los alimentos ultraprocesados.

E incluso comiendo hortalizas y frutas, la dieta no es del todo sana, porque nos estamos acostumbrando a comer alimentos que están siempre en el supermercado, pero sin pensar si son de temporada o no.

Desde Atención Primaria tenemos que hacer ver al paciente que la clave es llevar un buen control de los factores de riesgo: colesterol, tensión, azúcar, etc.

P. ¿Cómo se afronta desde Atención Primaria esta situación?, ¿están los médicos formados para ello?

R. Es lo que llevamos haciendo toda la vida, estamos formados precisamente para eso. Tenemos que hacer ver al paciente que la clave es llevar un buen control de los factores de riesgo. Si tienes un factor concreto, como médico de atención primaria yo tengo que ayudar a controlar ese factor. Si tienes una enfermedad cardiovascular establecida, hay unos objetivos diferentes y tendré que ayudarte a alcanzarlos, explicando cuáles son y cómo vamos a trabajar juntos. Tendremos que controlar diversos indicadores: colesterol, tensión, azúcar, etc.

Taller de cocina para seguir una dieta saludable
Hay talleres para aprender a cocinar de forma cardiosaludable.

P. Si en Atención Primaria se controlan estos indicadores, ¿no es necesario acudir al especialista?

R. No, otra cosa es que tengas determinadas patologías que exijan algo específico. Si un paciente ha sufrido un infarto, y como consecuencia de ese infarto tiene que hacerse – por dar un ejemplo- una ecocardiografía o una prueba de esfuerzo una vez al año, eso no se hace en Atención Primaria, eso lo hace el cardiólogo. Pero para todo lo demás, estamos los médicos de Atención Primaria. 

P. ¿Hay aspectos que deban mejorar para ofrecer una atención mejor? 

R. Es cierto que necesitamos recursos, más medios, más tiempo, y también abordar los procesos de otra forma. Por ejemplo, liberando a los servicios de Atención Primaria de la realización de trámites, ya sea para pruebas de especialidad médica -cuando las pauta el especialista-, o de los que tienen que ver con las bajas. Pongo un ejemplo, si un paciente llega al hospital porque tiene un infarto, y entra en cateterismo, es el cardiólogo quién sabe exactamente lo que le ha pasado al paciente, qué atención se le ha prestado y cuánto puede durar su baja. En mi opinión, este especialista sería el profesional adecuado para dar la baja y realizar los partes de confirmación y no derivarlo a Atención Primaria.

P. ¿Hay soluciones digitales que pueden facilitar estos procesos?

R. Aun no están desarrolladas a nivel nacional. Hay muchas personas que vienen a Canarias de vacaciones con una tarjeta sanitaria electrónica que recoge el tratamiento indicado por su médico. En las farmacias funciona y se pueden ver los medicamentos pautados, pero en cambio si acude al médico, él no podrá acceder a la historia clínica.

Aun no existe la historia clínica única del paciente para todo el Estado. Se está trabajando en ello desde una comisión del Consejo Interterritorial pero aún no está resuelto porque falta consenso en el tratamiento de los datos. La tecnología ofrece muchas posibilidades. Imagina si los médicos pudiéramos considerar la información que recoge un smartwatch, poder ver los comportamientos del paciente, cuánto ha caminado, cómo ha funcionado su corazón; acceder a muchos datos de su historia sin necesidad de que el paciente los presente.

La Atención Primaria es un equipo multidisciplinar. No solo es el médico, Atención Primaria puede ser también tu enfermera de referencia

P. ¿Cómo ayudáis desde Atención Primaria en la prevención secundaria de eventos cardiovasculares?

R. Hay situaciones que pueden desembocar en enfermedades con desenlace de evento cardiovascular. Si yo detecto una enfermedad mental grave, automáticamente lo derivo a salud mental, y desde salud mental se trata al paciente, pero yo me voy a ocupar de factores que pueden afectar a sus riesgos cardiovasculares. Por ejemplo, las personas con enfermedades mentales severas tienen comportamientos compulsivos; son personas que pueden comer, por ejemplo, un kilo de helado al día. Yo ahí sí intervengo, tengo que verificar que no sube de peso, que no aumenta su perímetro abdominal, que no debuta con una diabetes, o le sube el colesterol a 400.

P. ¿Qué debe saber una persona que acude al médico de Atención Primaria?

R. Lo primero que debe saber es que la Atención Primaria es un equipo multidisciplinar. No solo es el médico, atención primaria puede ser tu enfermera de referencia, que está igual de formada en riesgos de enfermedad cardiovascular que un médico. Para hacer un triaje, la enfermera puede hacer el cribado de todos los factores de riesgo cardiovascular: chequea los hábitos de vida, si tienes hijos, qué pesas, si tienes la tensión o el colesterol alto… Se empieza a descartar y cuando ve que algo no cuadra llama al médico de referencia.

Entonces, en estos casos, yo lo veo, pero toda la parte previa está ya hecha. Yo necesito verlo físicamente, al menos una vez, porque el lenguaje no verbal no me lo puede explicar nadie, pero le hago una entrevista más corta o de otras características, y le pido una analítica concreta, no al azar, ni de 27 parámetros; le pido lo que necesito y lo vuelvo a ver con la analítica.

Pero si no eres hipertenso, ni eres diabético, los factores que tienen que ver con hábitos de vida o hábitos de alimentación lo puede llevar también enfermería perfectamente. Porque al final lo que estamos intentando es promocionar la salud. Necesito que el paciente entienda que el equipo somos muchos y que puede acudir a estos otros profesionales del equipo en función de lo que necesite.

P. ¿Qué profesionales en tu opinión debería formar parte equipo de Atención Primaria?

R. Aparte del médico y del enfermero, sería conveniente contar con un psicólogo, que puede hacer reuniones para motivar a los pacientes a concienciarse de su enfermedad y que tomen el control ellos de los factores de riesgo. Con un fisioterapeuta, se puede reunir a los enfermos de EPOC y enseñarles a hacer ejercicios de rehabilitación respiratoria, porque ellos tienen riesgos cardiovasculares específicos. Igualmente, los profesionales de práctica deportiva, puede enseñar a los pacientes a estar más activos.

El objetivo de un equipo de atención primaria es concienciar los pacientes de cuidarse, y si aun así hay desenlace de evento cardiovascular, podrá ayudarles a que tomen conciencia de lo que les ha pasado y se facilite la adherencia al tratamiento, tanto farmacológico como no farmacológico.