La mitad de los colegios españoles, un 49,4%, ha ofrecido formación en técnicas de reanimación cardiopulmonar, o RCP, en algún momento a sus alumnos. Pero solo el 15,9% de los centros cuenta con un programa formativo en RCP estructurado dentro del horario escolar, a pesar de que la legislación española establece que la formación en primeros auxilios debe impartirse en las escuelas primarias. Son datos de un estudio llevado a cabo por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), publicado en Revista Española de Cardiología (REC).
En Noruega las tasas de supervivencia en caso de parada cardíaca son mejores
En España se producen anualmente unos 30.000 casos de parada cardíaca extra hospitalaria, con unas posibilidades de supervivencia que oscilan tan solo entre el 5 y el 10%, a diferencia de otros países de nuestro entorno, donde la tasa de supervivencia es más elevada porque la formación en RCP está más extendida entre la población. Es el caso, por ejemplo, de Dinamarca, donde se sitúa en el 12,7%; o de Noruega, donde llega a alcanzar el 15,7% .
Por cada minuto que pasa tras una parada cardíaca, las posibilidades de sobrevivir disminuyen un 10%, de forma que, pasados 10 minutos, los intentos de reanimación no suelen tener éxito
Cada minuto que pasa tras la parada afecta a la recuperación
Saber practicar una RCP es vital. Por cada minuto que pasa tras una parada cardiaca, las posibilidades de sobrevivir disminuyen un 10% de forma que, pasados 10 minutos, los intentos de reanimación no suelen tener éxito. “Este suceso súbito e inesperado requiere de la participación e implicación de todos porque, en estos casos, el tiempo es oro”, recuerda el Dr. Pablo Jorge Pérez, uno de los autores del estudio y coordinador del Grupo de Trabajo de RCP de la SEC.
Para conocer el grado de penetración de la formación en RCP en los colegios españoles, se llevó a cabo este estudio a través de dos encuestas (una a alumnos de entre 12 y 18 años y otra a directores de colegios) con participación de 10 de las 14 comunidades autónomas españolas y más de 6.000 respuestas válidas entre ambos grupos.
Se trata del análisis más grande hasta la fecha sobre el conocimiento de RCP en la población española en edad escolar, que revela cómo apenas el 36,2% de los escolares en nuestro país reconoce haber recibido formación previa en RCP, una cifra muy inferior a la realidad de otros territorios como Noruega, donde el 89% de los estudiantes sí tiene esta formación, Carolina del Norte, con el 86%, o Toronto con el 51%.
Por otro lado, menos de la mitad de los alumnos encuestados, el 42,2%, sabe identificar correctamente una parada cardíaca. “Para reconocer adecuadamente una parada cardiorrespiratoria solo es preciso analizar si la persona está inconsciente y no respira. Sin embargo, el 46,9% de los escolares sigue considerando erróneamente que también hay que palpar el pulso”, explica el Dr. Pablo Jorge Pérez.
Otro de los datos más llamativos del análisis es que el 68,8% de los alumnos que participaron en la encuesta no saben que el 112 es el número de teléfono de emergencias.
Del estudio también se desprende que los colegios españoles tampoco están bien preparados para formar en RCP, ya que apenas el 29,7% de los centros dispone de material específico para ello, aunque el 41,5% de ellos sí cuenta con un desfibrilador externo automático (DEA) en sus instalaciones.
“No es solo cuestión de que las escuelas sean un espacio cardioprotegido con desfibriladores, sino que los niños aprendan cómo reconocer y actuar ante una parada cardiorrespiratoria, sobre todo realizando compresiones torácicas de calidad para que, si en alguna ocasión se encuentran con una parada cardiaca estén donde estén, protejan al cerebro de la anoxia (falta de oxígeno) hasta que lleguen los equipos de emergencias”, dice por su parte el Dr. Jordi Bañeras, también firmante del estudio.
La SEC reclama una estrategia nacional coordinada que incorpore el aprendizaje de la RCP en el currículo de todos los escolares
Debido a esta situación y aunque en España existen diferentes iniciativas o estrategias para mejorar la atención a la parada cardiaca, la SEC reclama una estrategia nacional coordinada que incorpore el aprendizaje de la RCP en el currículo de todos los escolares del territorio español, siendo suficiente dos horas por año.
Como expresa el Dr. Julián Pérez-Villacastín, presidente de la SEC: “Es hora de reaccionar ante la necesidad y la efectividad de enseñar RCP en las escuelas. Si formamos a los niños hoy, a medio y largo plazo tendremos a una gran parte de la población entrenada, lo que se traducirá en mayores tasas de reanimación y de supervivencia a la parada cardiaca en nuestro país”.
Fundamental, reconocer una parada cardíaca
Aunque tu hijo no ha recibido formación en RCP, puede ser de gran ayuda reconociendo que hay una parada cardiaca y pidiendo ayuda inmediatamente. Podemos asegurarnos de que hay parada cardíaca observando estos pasos.
- Cuando una persona se desmaya, debemos comprobar que no se mueve y no responde a nuestras llamadas o movimientos.
- Entonces, debemos ponernos de rodillas, acercarnos mucho, y cerciorarnos de que el tórax no se mueve y que no sale aire por la boca ni por la nariz. Con 10 segundos de observación es suficiente.
- Debemos pedir ayuda inmediatamente, llamar a urgencias, y procurar que alguien realice una RCP. Debemos recordar que peor que hacerla incorrectamente es no hacer nada en absoluto.
Cómo se hace una RCP paso a paso
Cuando el corazón deja de latir de forma inesperada se interrumpe el bombeo de sangre impidiendo su circulación y así oxigenar los diferentes órganos. Por eso, cuando observemos que una persona no respira, además de llamar a emergencias inmediatamente, debemos tratar de mantener el riego y la oxigenación realizando una RCP o técnica de reanimación cardiopulmonar. De acuerdo a lo indicado por la Fundación del Corazón los pasos son:
- Reconozcamos la parada cardíaca: cómo hemos señalado, cuando alguien se desmaya y no responde, debemos acercarnos y examinarlo. Si el el tórax no se mueve y no sale aire por la boca ni por la nariz (con 10 segundos de observación es suficiente), hay parada cardíaca.
- Iniciemos el masaje cardíaco. La persona debe estar tumbada boca arriba sobre una superficie dura. Debemos ponernos de rodillas con los brazos extendidos, sin doblar los codos, y comprimir el centro del pecho con ambas manos entrelazadas a un ritmo de entre 100 y 120 compresiones por minuto. Lo ideal es intentar hacer bajar el tórax unos cinco centímetros en cada compresión.
- Ventilación. Tras unos minutos haciendo el masaje -mejor si se alternan varias personas para mantener un ritmo constante- se puede empezar con el boca a boca. Se tapa la nariz con los dedos y se le insufla aire en la boca a un ritmo de 2 ventilaciones por cada 30 compresiones. Podemos ver que lo hacemos bien, si el pecho se eleva.
- Desfibrilador. Si la parada ha sucedido en un lugar público, conviene recordar que puede haber desfibriladores semiautomáticos que pueden resultar muy efectivos. Estos aparatos tienen instrucciones muy precisas, de lo que debemos hacer por medio de una locución, por lo que solo hay que seguirlas.